Coviñas cumplió el pasado 22 de agosto 53 años de vida. En este más de medio siglo de existencia la cooperativa se ha consolidado como un referente «comarcal y regional», presente en foros nacionales e internacionales, y con un futuro «tan prometedor como ilusionante». «Después de 53 años podemos decir que Coviñas es necesaria», según explica el presidente de la cooperativa, José Miguel Medina.
Medina nos explica los orígenes de Coviñas. «Hace 53 años unos socios visionarios tuvieron el acierto de unir fuerzas para crear Coviñas. Seguro que no fue una decisión fácil, pero el escenario, la actualidad y las necesidades propiciaron el origen de lo que hoy es Coviñas». «53 años después, el tiempo y la actualidad les han dado la razón. Ha pasado mucho, pero las necesidades y los valores por los que se creó Coviñas siguen siendo los mismos. La unión en la comercialización de sus productos, la profesionalización en todos los procesos y la concentración de la oferta siguen estando vigentes y son completamente necesarios», afirma.
«Si echamos la vista atrás, el paso del tiempo ha sido determinante, y hoy nos encontramos con unas instalaciones a la última en tecnología, innovación y desarrollo de productos. Además, contamos con un equipo humano capaz de crear riqueza, desarrollar marcas y defender los intereses de los socios viticultores», destaca nuestro presidente.
En la actualidad, incide, Coviñas es un referente tanto a nivel comarcal como regional, y está presente en foros a nivel nacional e internacional. «Después de 53 años, podemos decir que Coviñas es necesaria», destaca.
El futuro de Coviñas, según Medina, «es tan prometedor como ilusionante». «El crecimiento que hemos tenido en los últimos años nos hace albergar la idea de un potencial de crecimiento imparable«, añade.
«El esfuerzo y compromiso de todos los que formamos Coviñas, socios viticultores, enólogos y bodegueros, así como todo el equipo humano de la embotelladora, es fundamental. Además del esfuerzo, tenemos la suerte de tener los valores propios del cooperativismo, como son la democracia, la justicia y la solidaridad. Con estos valores podemos llegar a nuevos consumidores y a un mercado de cercanía junto con la calidad, cada día más reconocida», resalta.
Los retos de la cooperativa, según explica José Miguel, son la consolidación y la mejora día a día de la marca Coviñas, así como el «crecimiento en embotellado» y «mantener la imagen de Coviñas como entidad que defiende y apuesta por un territorio y por un compromiso medioambiental, y lo más importante, por sus gentes».
La primera misión de Coviñas, añade Medina, «es la de garantizar y desarrollar la rentabilidad del socio viticultor«. El mensaje es claro: Coviñas «es la herramienta necesaria para comercializar lo que mejor hacemos los socios viticultores, que es nuestro vino». «Todos y cada uno de nosotros nos tenemos que ver reflejados en la entidad, que necesita el compromiso y la complicidad de todos». Y es que, incide, «la unión de todos nos hace fuertes y sostenibles».
Para los consumidores el mensaje es fundamental: «para nosotros el cliente-consumidor es igual de importante que nuestros socio. Estamos comprometidos a presentarles un producto de verdad en cada botella». Además, agrega, «les aseguramos que dentro de cada una de nuestras botellas, que serán 14 millones las que se comercializarán en la campaña 2017/18, tienen el mejor hacer de todo un grupo».
«Es el buen trabajo, la ilusión, los sueños y los deseos de todos. Nos sentimos orgullosos de formar parte de esta gran empresa que es GRUPO COVIÑAS, con los valores del cooperativismo y con el compromiso de 3000 familias detrás», concluye.
