Sobre Vino, conservación y caducidad

¡Ya estamos de nuevo aquí para una nueva cita contigo y con nuestro blog! Como has leído en el título, hoy vamos a hablar sobre uno de los temas que más preguntas suelen generar entre los amantes del Vino. ¡Despejamos todas las dudas sobre conservación y caducidad!

¿El vino tinto caduca?, ¿El vino blanco caduca?, ¿y el vino rosado? Si eres un amante de los vinos seguramente te lo habrás planteado alguna vez.

Lo primero que tenemos que decir es que el Vino caduca, no tiene fecha de caducidad. Según la normativa vigente, hay una serie de productos de consumo, como los Vinos, vinagres y otra bebidas alcohólicas hechas a base de uva o mosto de uva, que no necesitan indicar una fecha límite para su consumo en el etiquetado.

Y es que podemos decir que el Vino es como un ser vivo que evoluciona a lo largo de sus diferentes etapas de vida (nacimiento, juventud, madurez, vejez y declive). Durante cada una de estas fases se producen cambios y procesos químicos lentos, pero notorios. En algunos casos, estas reacciones sirven para mejorarlo y otras veces sirven para que el Vino entre en declive.

¿Por qué no caduca el vino?

En todas las etapas de las que hablamos hay un tiempo de consumo óptimo. Es imprescindible conocer el proceso que se ha utilizado para la elaboración de cada tipo de Vino. Tampoco hay que obviar el tipo de uva que se ha utilizado para su elaboración, el envejecimiento en madera y el tiempo que el Vino pasa en contacto con la barrica.

Teniendo en cuenta la añada que aparece en el etiquetado, las condiciones óptimas de consumo para cada tipo de Vino son las siguientes:

Vinos espumosos: entre 1 y 2 años debido a su tendencia a perder gas carbónico.

Vinos blancos jóvenes: entre 1 y 2 años y así mantendrán sus matices y frescura.

Vinos blancos crianza: entre 2 y 3 años, ya que la crianza en barrica ayuda a conservar mejor su esplendor.

Vinos rosados: entre 1 y 2 años, aunque un año después de su embotellado deberíamos consumirlo.

Vinos tintos jóvenes: entre 1 y 2 años y así degustaremos su frescura y matices afrutados.

Vinos tintos crianza: entre 3 y 4 años para los tintos con barrica 3 a 6 meses y 5 años para los que cuentan con una crianza mayor a las 10 meses.

Vinos tintos reserva: entre 7 y 8 años, teniendo en cuenta siempre la añada del etiquetado.

Vinos tintos gran reserva: 10 años, teniendo en cuenta que muchos tardan 5 y 7 años en salir al mercado.

Y no olvides que si quieres saber cómo conservar tu Vino en casa siempre en las mejores condiciones puedes consultar un post que escribimos hace unos meses y que encontrarás haciendo clic AQUÍ.

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