El cava es el protagonista indiscutible de estas fechas navideñas en las que casi, casi, nos encontramos. Su elegancia lo convierte en la compañía perfecta.
Según el plato, será más idóneo un cava u otro. Por ejemplo, para los aperitivos y entrantes como marisco, pescado, etc, el ideal es el Cava Brut, como los de Enterizo o Marqués de Plata.
En el caso de carnes y alimentos más pesados y especiados, la combinación perfecta será con Cava Gran Reserva, Extra Brut o Brut Nature.
Cuando llega la nota de dulce del postre, lo ideal es un semi-seco o dulce, para aligerar la comida.
Es importante servir bien el cava, la temperatura ideal de los jóvenes será entre 6 y 8 grados, 8 y 10 para los crianzas. La botella se agarra del cuerpo, nunca del cuello, por comodidad y estética. Por supuesto, hay que evitar agitar el contenido con movimientos bruscos.
Recuerda que el cava está para saborearlo. Dale tiempo para que su aroma impregne todos tus sentidos. Y por supuesto, elige siempre un cava valenciano como los de Grupo Coviñas.