El enoturismo, también conocido como turismo enológico o turismo del Vino, consiste en viajar a una zona vitivinícola para conocer desde dentro el mundo del Vino: bodegas, viñedos, elaboración, historia… Se puede decir que el enoturismo surge de la perfecta combinación de cuatro elementos: turismo rural, cultura, gastronomía y, sobre todo, Vino. ¿Quieres saber por qué tienes que practicarlo?
1. Contacto con la enología
Conocerás de primera mano el Vino que bebes, ya que no es lo mismo tener una ficha de cata que catarlo degustarlo mientras los enólogos te explican sus características y cómo se ha elaborado.
2. Conoce la bodegas
Gracias al enoturismo conocerás la filosofía de esa bodega que elabora los Vinos que tanto te gustan. Puedes tener la suerte de conocer al personal y sentirte mucho más cerca. Esto, lo creas o no, también te hace potenciar la experiencia a la hora de beber un Vino o de comprarlo posteriormente, ya que te hace sentirte más identificado con la bodega.
3. Cultura vitivinícola
El practicar enoturismo hace que tu cultura y tus conocimientos sobre el mundo del Vino se vean incrementados exponencialmente gracias a que has podido vivir la experiencia desde el interior. ¡Evoluciona como wine lover!
4. Sensaciones y emociones
Gracias al enoturismo experimentas sensaciones y emociones nuevas, ya que no es un turismo cualquiera. Se trata de un tipo de turismo muy cercano, en el que entras en contacto con la naturaleza.
5. Desarrollo rural
Con el enoturismo fomentas y colaboras con el desarrollo rural y vinícola de la zona que hayas decidido visitar. El hecho de viajar pro sí mismo produce grandes beneficios en términos de desarrollo de las zonas turísticas, pero en el caso del enoturismo o turismo del Vino es mucho más importante ya que las ventajas en términos de desarrollo son mucho más evidentes.