En Grupo Coviñas nos encontramos estas semanas inmersos en uno de los trabajos más importantes del año, la poda en seco o poda de invierno.
Este trabajo se realiza en invierno pues es cuando la vid está en reposo, durmiendo, y se suele realizar, dependiendo de la zona, entre los meses de noviembre y marzo.
La poda en estas semanas es fundamental ya que gracias a ella ayudaremos a la viña en diferentes aspectos. Por un lado controlaremos el vigor de la planta (la cantidad y peso de madera seca) controlando a su vez el equilibrio en su posterior vegetación y obteniendo una uva de calidad. Regularemos además el número de yemas y, por consiguiente, el número de futuros racimos. Con esta «limpieza» de la viña no debemos olvidar que también mejoramos sus condiciones sanitarias y de maduración de la uva que obtendremos, al tener una mejor aireación e insolación de la viña.
En Coviñas, en la comarca de Utiel Requena, realizamos una poda manual, cepa por cepa, y un tipo de poda cordón Royat, donde realizamos una limpieza de sarmientos. Se trata de una poda larga y delicada pero donde conseguiremos una mejor aireación y exposición solar de los racimos que nacerán el próximo año.
Cuando iniciamos la poda en Coviñas debemos tener en cuanta diferentes aspectos. Al realizar este trabajo en meses donde las heladas son protagonistas durante las primeras horas del día siempre es aconsejable no comenzar a podar cuando tenemos temperaturas de menos de tres grados bajo cero, ya que podríamos dañar la madera puesto que el frío entraría por los cortes de la poda. Esos cortes se realizan de forma oblicua sobre el sarmiento y nunca los realizamos orientados hacia la yema ya que se podrían helar en la etapa del lloro en un día de heladas.
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