Por todos es sabido que la belleza está en el interior, pero no nos engañemos, el exterior también importa. Hoy, desde Grupo Coviñas, venimos a hablarte de eso, de los tipos de botellas de vino, de las diversas formas sinuosas que nos atraen mucho antes incluso que el sabor o aroma de un buen vino. ¿Preparado para conocer los distintos tipos de botella de vino? Agárrate porque vienen curvas.
La importancia de la botella
La botella juega un papel clave en el proceso de producción del vino. Como ya te hemos contado en otro de nuestros posts, son muchos los factores que intervienen en tal proceso como es el caso de los tapones de corcho para el vino. Tras el embotellado comienza la fase de crianza en botella, momento en el que el vino alcanza su madurez.
Normalmente, durante este proceso la botella está “durmiente”, es decir, en posición horizontal con el fin de que el corcho permanezca húmedo en todo momento gracias al contacto constante con el caldo. La escasez de aire hace posible que los elementos del vino reaccionen entre sí y terminen de formarse sus matices.
El aroma y sabor del vino se afinan y equilibran como resultado de unas reacciones que ocurren en el interior de la botella gracias a las cuales se eliminan parte de los taninos y se reduce el nivel de astringencia del vino.
Los colores en los tipos de botellas de vino
Si bien la forma de la botella en sí lo podemos considerar algo estético, el color del vidrio sí cumple una función importante ayudando a mejorar la conservación del caldo y mantenerlo de forma adecuada para el momento óptimo de su consumo.
El color empleado en las botellas tiene una función protectora de la acción de la luz, conservando mejor el vino en su interior. El color más empleado es el verde, pero podemos encontrar otros como negro, ámbar o transparente.
Los colores más oscuros se suelen usar en vinos de guarda (vinos que vayan a pasar mucho tiempo en botella). Por otro lado, las botellas transparentes se suelen usar para vinos de consumo más rápido ya que el vidrio transparente hace que la bebida evolucione más rápido.
Los vinos jóvenes de consumo inmediato, tanto blancos como rosados, se embotellan en vidrio transparente para así dar protagonismo a su color brillante y vivo. Los vinos tintos rara vez van en botella transparente, sean jóvenes o no.
Tipos de botellas de vino
Botella Bordelesa
Originaria de la región de Burdeos (Francia), este tipo de botella es uno de los más clásicos y el más utilizado en todo el mundo. De forma cilíndrica, hombros marcados y fondo cóncavo, su color habitual es el verde, tono que favorece la protección del vino durante su reposo. Suele contener vinos tintos y es la botella más fácil de guardar en casa. Las hay de varios tipos: estándar o ligera, reserva, élite o cilíndrica alta. Las medidas características de este tipo de botella son 30 cm de alto y 6.85 cm de diámetro. Puedes encontrar varios vinos tintos de Valencia en este tipo de botellas.
Botella Borgoña
De todos los tipos de botella de vino es el más antiguo conocido. Con un diseño francés parecido al de la botella bordelesa, mantiene una ligera curva en los hombros. Se diferencia precisamente en esa zona, los hombros, más caídos y de mayor longitud. Sus tonos son verdes o pardos, y las hay de varios tipos siendo las más habituales la cóncava y la convexa. Sus medidas características son 29.6 cm de altura y 6.80 cm de diámetro.
Botella Rhin
Conocida también como renana o alsaciana, recibe su nombre por su origen alemán. Este tipo botella vino es alta y alargada, dibujando apenas una suave curva en sus hombros. Suele contener vino blancos y rosados, siendo el verde el color para el primer caso y transparente para el segundo. Sus medidas características son 35 cm de altura y 7.6 cm de diámetro.
Botella Jerezana
Este tipos de botellas de vino cuenta con un diseño español, de hombros más marcados y cuyo cuello se ensancha en la base. Por lo general, es una botella opaca de un color casi negro. Contiene vinos finos, de Jerez y manzanillas. Sus medidas características son 28.6 cm de altura y 7.5 cm de diámetro.
Botella de cava o champagne
De hombros caídos y tonos verdes (aunque no es difícil encontrarla en otros colores) es parecida a la Borgoña con pequeñas variaciones. Se fabrica con un vidrio más grueso y tiene una oquedad característica en su base debido a que los espumosos ofrecen más resistencia y generan más presión. Sus medidas características son 30 cm de altura y 8.84 cm de diámetro.
Estos son los tipos de botellas de vino más habituales. Sin embargo, a parte de estos cinco, existen otros. Incluso hay empresas que tienen su propio molde partiendo de variantes de estas originales.
El tamaño sí importa
El tamaño es muy importante para la conservación del vino en el caso de los vinos tintos de guarda. Tiene una gran influencia en la conservación debido al impacto que el tamaño produce en la oxigenación y temperatura del caldo. A mayor tamaño, mejor evolución y mayor tiempo de guarda. Y esto es debido a que el vino en contacto con el vidrio y la entrada de oxígeno es menor en términos relativos que en una botella pequeña, lo que otorga una mayor longevidad del vino.
Estos son los tipos de botellas de vino por tamaño. Cabe matizar que muchos de los tamaños (aquellos que se salen de las medidas habituales) solo se encuentran en ciertas tiradas de algunos vinos concretos:
- Cuarto de botella o piccolo (18 cl).
- Media botella (37 cl).
- Botella de medio (50 cl).
- Clavelín (62 cl).
- Botella estándar (75 cl).
- Mágnum (1.5 litros).
- Doble Magnum (3 litros)
- Jeroboam (4.5 litros).
- Imperial (6 litros).
- Matusalem (6 o 6.4 litros).
- Salmanazar (9 litros).
- Baltasar ( entre 12 y 12.8 litros).
- Nabucodonosor (15 o 16 litros).
- Salomón (18 litros).
No solo el tamaño de las botellas importa. Echa un vistazo a nuestro post sobre los tipos de copas y descúbrelos. Además, si te ha gustado descubrir estas curiosidades sobre los distintos tipos de botellas de vino suscríbete a nuestra newsletter y no te pierdas ninguno de los secretos del apasionante mundo del vino.
