El 90% de los españoles elige la cerveza como su primera opción de bebida durante los meses de verano. Esto no nos lo inventamos nosotros, lo hemos leído en un estudio de por ahí (aquí concretamente).
Ahora bien, con todos nuestros respetos a la bebida más consumida por los españoles (quitando el agua, imaginamos) tenemos que decir que, faltaría más, el vino también es para el verano.
Podemos hablar de vinos más “recomendados” para verano, aquellos que los podemos beber a una temperatura de servicio más baja y que cuentan con matices para acompañar platos más propios de esta temporada. Buscamos vinos más frutales, ágiles, con una acidez más marcada. Serán ideales, principalmente, los vinos jóvenes, frescos, que nos hagan salivar.
Lo sentimos pero no nos imaginamos una cena cerca del mar presida por una dorada al horno y de compañía una pinta de cerveza o una gaseosa. Ahí vislumbramos un blanco de Macabeo, ligero, fresco, pero con cierta grasa para mantener el ritmo de la dorada. Sin ir más lejos el acompañante perfecto aquí podría ser Enterizo Macabeo.
Es verano pero no eres de mar. Te aburre soberanamente el trasiego de sombrillas, chanclas rebotando con los talones y te irrita la arena pegada a los pies, por eso has decidido escaparte a la montaña. Es media tarde y preparas las brasas para una barbacoa y junto a ti una champanera con… ¡cava! Burburjas por favor, burbujas bien frías para acompañar ese pollo a la brasa que va a hacer que olvides tus días de trabajo en la oficina. El ideal es un cava brut nature, con prácticamente cero azúcar añadido, como nuestro Cava Aula Brut Nature. Si tu barbacoa además de pollo lleva también algo de rock&roll y juegas con carnes grasas no te preocupes, un acompañante perfecto también puede ser el nuevo Aula Bobal Tempranillo, su golosidad y la fruta madura que le acompaña armonizará perfectamente la cena.
Si eres de los que está leyendo estas líneas desde el sofá de su casa, y que ni playa ni montaña, no te preocupes (te acompañamos en el sentimiento). Tenemos plan para ti. Sal a tu balcón o terraza con una tabla de quesos que has preparado previamente en tu cocina escuchando esa canción que dice “Everybody knows that you love me baby, everybody knows that you really do, everybody knows that you’ve been faithful…” de Leonard Cohen, agarra del frigorífico una botella de Al Vent Rosado y dedícate a vivir, incluso en medio de la ciudad.
Salud, feliz verano, y buen vino.