Coviñas sigue fortaleciendo y actualizando la imagen de sus vinos, unificando en este caso la estética de la gama de cavas Enterizo, sin perder su identidad y esencia en una marca con más de medio siglo de historia.
Además de renovar la imagen de sus vinos, Coviñas amplía su gama de cavas Enterizo contando con una variedad, capaz de satisfacer los gustos de todos los consumidores.
Burbujas finas, elegantes, resultado de una elaboración por el método tradicional o champenoise, que implica una segunda fermentación en botella, constituyendo la esencia de esta gama de cavas de la marca más emblemática de la bodega.
La familia de cavas Enterizo está compuesta por:
Elaborado partir de una selección de las mejores uvas procedentes de las parcelas de Macabeo cultivadas a 700 metros de altitud. Destaca por un atractivo color amarillo pálido, con aromas a fruta fresca, flores blancas y ligeros toques de frutos secos y pastelería. Pareja perfecta para acompaña gambas, paella valenciana o ensaladas.
Monovarietal de Macabeo con nueve meses de crianza en botella sobre sus lías. De color amarillo pálido con destellos verdosos. Notas a fruta fresca, flores blancas y ligeros toques de frutos secos y pastelería. Elegante, fresco, natural y con una acidez equilibrada. Este Brut Nature marida igualmente con gran variedad de platos, destacando el maridaje con ostras y arroces melosos de cangrejo.
Elaborado 100% de Garnacha. Brillante color fresa con burbuja fina y persistente. Frutas rojas con un fondo de ligeras notas a confitura y pastelería. Sabor elegante, fresco y ligero con un agradable y goloso retrogusto. Acompaña a la perfección al pulpo seco, verduras y la sepia.
De aroma muy expresivo y sabor cremoso, elaborado 100% con Macabeo. Cava de color amarillo con tonos verdosos y burbuja fina y constante. Fresco y muy varietal, largo y afrutado. Ideal para platos de pasta.
Este cava reserva se elabora con el fruto procedente d e parcelas seleccionadas de Chardonnay de la zona de Requena, que se encuentran a más de 700 metros de altitud, donde los suelos arcillosos en combinación con un clima continental suavizado por la influencia del Mediterráneo garantizan los niveles de acidez y maduración necesarios para esta elaboración tradicional, que se completa con una crianza de al menos 36 meses con sus lías para alcanzar su característica elegancia. Un cava lleno de matices, cremoso y largo. Para acompañar de platos con sabor umami, jamón, anchoas o platos grasos como el cordero.